Muchas y muy sugerentes imagenes las que la Arqueologia nos ha permitido descubrir en las antiguas tierras y reinos de Sumeria Acad y Mesopotamia.Imagenes de seres realmente extraños para nuestros conocimientos actuales, pero imegenes reales esculpidas en bajorelieves y esculturas de estas muy antiguas Civilizaciones que nos producen un cierto bucle en nuestro insconciente, como si empezaramos a recordar viejas y olvidadas sensaciones de Seres distintos a nosotros.Anfibios, sobretodo los anfibios, los que se pueden mover y vivir en las profundidades de los mares y encima de la tierra.Porque tenemos en nuestro insconciente indudables certezas y sentimientos de que todo vino del Mar?.Segun las tradiciones y las culturas mesopotamicas, los primeros Anunnaki llegaron desde el agua, como por ejemplo uno de los más destacados de entre todos los extraterrestres o venidos desde el Espacio, el Divino ENKI, tambien conocido anteriormente como EA, el que vino a nosotros desde el agua.
Memorias y profecías de un dios, según la visión de Zecharia Sitchin
Hace unos 445.000 años, astronautas de otro planeta llegaron a la Tierra en busca de oro.
Tras amerizar en uno de los mares de la Tierra (Planeta UR), desembarcaron y fundaron Eridú, «Hogar en la Lejanía». Con el tiempo, el asentamiento inicial se extendió hasta convertirse en la flamante Misión Tierra, con un Centro de Control de Misiones, un espaciopuerto, operaciones mineras e, incluso, una estación de paso en Marte.
Escasos de mano de obra, los astronautas utilizaron la ingeniería genética para darle forma a los Trabajadores Primitivos - el Homo sapiens pirmitivo. Más tarde hace unos 15 mil años, el Diluvio barrió la Tierra en una inmensa catástrofe que hizo necesario un nuevo comienzo; los astronautas se convirtieron en dioses y le concedieron la civilización a la Humanidad, transmitiéndosela a través del culto. Después, hace unos cuatro mil años, todo lo conseguido se desmoronó en una catástrofe nuclear puntualizada en la depresión del Mara Muerto y su riberas, y provocada por los visitantes en el transcurso de sus propias rivalidades y guerras.
Todo lo ocurrido en la Tierra, y especialmente los acontecimientos acaecidos desde el inicio de la historia del ser humano, lo ha recogido Zecharia Sitchin en su serie de Crónicas de la Tierra, a partir de la Biblia, de tablillas de arcilla, de mitos de la antigüedad y de descubrimientos arqueológicos. Pero, ¿qué ocurrió antes de los acontecimientos en la Tierra, qué ocurrió en el propio planeta de los astronautas, Nibiru, que les llevó a los viajes espaciales, a su necesidad de oro y a la creación del Hombre?
¿Qué emociones, rivalidades, creencias, morales (o ausencia de éstas) motivaron a los principales protagonistas en las sagas celestes y espaciales? ¿Cuáles fueron las relaciones que llevaron a una escalada de la tensión en Nibiru y en la Tierra, qué tensiones surgieron entre viejos y jóvenes, entre los que habían llegado de Nibiru y los nacidos en la Tierra? ¿Y hasta qué punto lo sucedido vino determinado por el Destino -un destino cuyo registro de acontecimientos del pasado guarda la clave del futuro?
¿No sería prometedor que uno de los principales protagonistas, un testigo presencial que podía distinguir entre Suerte o Hado y Destino, registrara para la posteridad el cómo, el dónde, el cuándo y el porqué de todo, los Principios y los Finales?--- Pues eso es, precisamente, lo que algunos de ellos hicieron; ¡y entre los principales de éstos estuvo el líder que comandó el primer grupo de astronautas!
Tanto expertos como teólogos reconocen en la actualidad que los relatos bíblicos de la Creación, de Adán y Eva, del Jardín del Edén, del Diluvio o de la Torre de Babel se basaron en textos escritos milenios antes en Mesopotamia, en especial escritos por los sumerios. Y éstos, a su vez, afirmaban con toda claridad que obtuvieron sus conocimientos acerca de lo acontecido en el pasado (muchos de ellos de una época anterior al comienzo de las civilizaciones, incluso anterior al nacimiento de la Humanidad) de los escritos de los Anunnaki («Aquellos Que del Cielo a la Tierra Vinieron»), los «dioses» de la antigüedad.
Como resultado de un siglo y medio -desde finales del Siglo IXX- de descubrimientos arqueológicos en las ruinas de las civilizaciones de la antigüedad, especialmente en Oriente Próximo, se han descubierto un gran número de estos primitivos textos; los hallazgos han revelado un gran número de textos desaparecidos -los llamados libros perdidos- que, o bien se mencionaban en los textos descubiertos, o se inferían a partir de ellos, o era conocida su existencia debido que habían sido catalogados en las bibliotecas reales o de los templos.
En ocasiones, los «secretos de los dioses» se revelaron en parte en relatos épicos, como en la Epopeya de Gilgamesh, que desvelan el debate que tuvo lugar entre los dioses y que llevó a la decisión de que la Humanidad pereciera en el Diluvio, o en un texto titulado Atra Hasis, que recuerda el motín de los Anunnaki que trabajaban en las minas de oro y que llevó a la creación de los Trabajadores Primitivos -los Terrestres. De cuando en cuando, los mismos líderes de los astronautas fueron los que crearon las composiciones; a veces, dictando el texto a un escriba, como en el titulado La Epopeya de Erra, en el cual uno de los dos dioses que desencadenaron la catástrofe nuclear intentó inculpar a su adversario; a veces, haciendo de escriba el mismo dios, como ocurre con el Libro de los Secretos de Thot (el dios egipcio del conocimiento), que el mismo dios había ocultado en una cámara subterránea.
Revisando y rememorando la secuencia de los acontecimientos, y el paralelismo aparente entre lo que había sucedido en Nibiru y lo que había ocurrido en la Tierra, Enki y Enlil comenzaron a ponderar filosóficamente lo que, ciertamente, estaba destinado y no se podía evitar, y el hado que venía como consecuencia de decisiones acertadas o equivocadas y del libre albedrio. Éstas no se podían predecir, mientras que las primeras se podían anticipar (especialmente, si eran cíclicas, como las órbitas planetarias; si lo que fue volvería a ser, si lo Primero también sería lo Último).
Las consecuencias climáticas de la desolación nuclear agudizaron el examen de conciencia entre los líderes de los Anunnaki y llevaron a la necesidad de explicar a las devastadas masas humanas por qué había ocurrido aquello. ¿Había sido cosa del destino, o había sido el resultado de un error de los Anunnaki? ¿Había algún responsable, alguien que tuviera que rendir cuentas?
En las reuniones de los Anunnaki en las vísperas de la calamidad, fue Enki el único que se opuso a la utilización de las armas prohibidas. De ahí la importancia que tuvo para Enki explicar a los supervivientes qué había sucedido en la saga de los extraterrestres que, a pesar de sus buenas intenciones, habían terminado siendo tan destructores. ¿Y quién, sino Ea/Enki, que había sido el primero en llegar y presenciarlo todo, era el más cualificado para relatar el Pasado, con el fin de poder adivinar el Futuro? Y la mejor forma de relatarlo todo era en un informe, escrito en primera persona por el mismo Enki.
Es cierto que hizo una autobiografía, por lo que se deduce de un largo texto (pues se extiende al menos en doce tablillas) descubierto en la biblioteca de Nippur, donde se cita a Enki diciendo:
Cuando llegué a la Tierra, había mucho inundado.
Cuando llegué a sus verdes praderas, montículos y cerros se levantaron a mis órdenes.
En un lugar puro construí mi hogar, un nombre adecuado le di.
Este largo texto continúa diciendo que Ea/Enki asignó tareas a sus lugartenientes, poniendo en marcha su Misión en la Tierra.
Otros muchos textos, que relatan diversos aspectos del papel de Enki en los acontecimientos que siguieron sirven para completar el relato de Enki; entre ellos hay una cosmogonía, una Epopeya de la Creación, en cuyo núcleo se halla el propio texto de Enki, que los expertos llaman La Génesis de Eridú. En ellos, se incluyen descripciones detalladas del diseño del Adán, y cuentan cómo otros Anunnaki, varón y hembra, llegaron hasta Enki en su ciudad de Eridú para obtener de él el ME, una especie de disco de datos donde se hallaban codificados todos los aspectos de la civilización; y también hay textos de la vida privada y de los problemas personales de Enki, como el relato de sus intentos por conseguir tener un hijo con su hermanastra Ninharsag, sus promiscuas relaciones tanto con diosas como con las Hijas del Hombre y las imprevistas consecuencias que se derivaron de todo ello.
El texto del Atra Hasis arroja luz sobre los esfuerzos de Anu por prevenir un estallido de las rivalidades Enki-Enlil al dividir los dominios de la Tierra entre ellos; y los textos que registran los acontecimientos que precedieron al Diluvio reflejan casi palabra por palabra los debates del Consejo de los Dioses sobre la suerte de la Humanidad y el subterfugio de Enki conocido como el relato de Noé y el arca, relato conocido sólo por la Biblia, hasta que se encontró una de sus versiones originales mesopotámicas en las tablillas de la Epopeya de Gilgamesh.
Las tablillas de arcilla sumerias y acadias, las bibliotecas de los templos babilónicos y asirios, los «mitos» egipcios, hititas y cananeos, y las narraciones bíblicas forman el cuerpo principal de memorias escritas de los asuntos de dioses y hombres. Y por primera vez en la historia, este material disperso y fragmentado ha sido reunido y utilizado, de la mano de Zecharia Sitchin, para recrear el relato presencial de Enki, los recuerdos autobiográficos y las penetrantes profecías de un dios extraterrestre.
Presentado como un texto que hubiera dictado Enki a un escriba escogido, un Libro Testimonial para ser desvelado en el momento apropiado, trae a la mente las instrucciones de Yahveh al profeta Isaías (siglo vii a.C):
Ahora ven, escríbelo en una tablilla sellada, grábalo como un libro; para que sea un testimonio hasta el último día, un testimonio para siempre. Isaías 30,8
Al tratar del pasado, el mismo Enki percibió el futuro. La idea de que los Anunnaki, ejercitando el libre albedrio, eran señores de su suerte (así como de la suerte de la Humanidad) desembocó, en última instancia, en la constatación de que se trataba de un Destino que, después de todo lo dicho y hecho, determinaba el curso de los acontecimientos; y, por tanto, como reconocieron los profetas hebreos, lo Primero será lo Último.
El registro de los acontecimientos dictado por Enki se convierte, así Pues, en el fundamento de la Profecía, y el Pasado se convierte en Futuro.
Según la Biblia, cuando el Señor Dios Yahveh le dio los Mandamientos a su pueblo elegido, los inscribió en un principio por su propia mano en dos tablas de piedra que le entregó a Moisés en el Monte Sinaí. Pero, después de que Moisés arrojara y rompiera estas tablas como respuesta al incidente del becerro de oro, las nuevas tablas las inscribió el mismo Moisés, por ambos lados, mientras permaneció en el monte durante cuarenta días y cuarenta noches, tomando al dictado las palabras del Señor.
Si no hubiera sido por un relato escrito en un papiro de la época del faraón egipcio Khufu (Keops) concerniente al Libro de los Secretos de Thot, no se habría llegado a conocer la existencia de ese libro. Si no hubiera sido por las narraciones bíblicas del Éxodo y el Deuteronomio, nunca habríamos sabido nada de las tablas divinas ni de su contenido; todo esto se habría convertido en parte de la enigmática colección de los «libros perdidos» cuya existencia nunca habría salido a la luz. Y no resulta tan doloroso el hecho de que, en algunos casos, sepamos que hayan existido determinados textos, como que su contenido permanezca en la oscuridad. Éste es el caso del Libro de las Guerras de Yahveh y del Libro de Jasher (el «Libro del Justo»), que se mencionan específicamente en la Biblia. En al menos dos casos, se puede inferir la existencia de libros antiguos (textos primitivos conocidos por el narrador bíblico).
- l capítulo 5 del Génesis comienza con la afirmación «Éste es el libro del Toledoth de Adán», traduciéndose normalmente el término Toledoth como «generaciones», pero su significado más preciso es «registro histórico o genealógico». De hecho, a lo largo de milenios, han sobrevivido versiones parciales de un libro que se conoció como el Libro de Adán y Eva en armenio, eslavo, siriaco y etíope; y el Libro de Henoc (uno de los llamados libros apócrifos que no se incluyeron en la Biblia canónica) contiene fragmentos que, según los expertos, pertenecieron a un libro mucho más antiguo, el Libro de Noé.
Un ejemplo que se menciona con frecuencia sobre el gran número de libros perdidos es el de la famosa Biblioteca de Alejandría, en Egipto. Fundada por el general Tolomeo tras la muerte de Alejandro en el 323 a.C, se dice que contenía más de medio millón de «volúmenes», de libros inscritos en diversos materiales (arcilla, piedra, papiro, pergamino). Aquella gran biblioteca, donde los eruditos se reunían para estudiar el conocimiento acumulado, se quemó y fue destruida en las guerras que se desarrollaron entre el 48 a.n.e. y la conquista árabe, en el 642 d.n.e. Lo que ha quedado de sus tesoros es una traducción al griego de los cinco primeros libros de la Biblia hebrea, y fragmentos que se conservaron en los escritos de algunos de los eruditos residentes de la biblioteca.
Y es así como sabemos que el segundo rey Tolomeo comisionó, hacia el 270 a.n.e, a un sacerdote egipcio al que los griegos llamaron Manetón para que recopilara la historia y la prehistoria de Egipto. Al principio, escribió Manetón, sólo los dioses remaron allí; luego, los semidioses y, finalmente, hacia el 3100 a.C, comenzaron las dinastías faraónicas. Escribió que los reinados divinos comenzaron diez mil años antes del Diluvio y que se prolongaron durante miles de años, presenciándose en el último período batallas y guerras entre los dioses.
En los dominios asiáticos de Alejandro, donde el cetro cayó en manos del general Seleucos y de sus sucesores, también tuvo lugar un empeño similar por proporcionar a los sabios griegos un registro de los acontecimientos del pasado. Un sacerdote del dios babilónico Marduk, Beroso, con acceso a las bibliotecas de tablillas de arcilla, cuyo centro era la biblioteca del templo de Jarán (ahora en el sudeste de Turquía), escribió una historia de dioses y hombres en tres volúmenes que comenzaba 432.000 años antes del Diluvio, cuando los dioses llegaron a la Tierra desde los cielos. En una lista en la que figuraban los nombres y la duración de los reinados de los diez primeros comandantes, Beroso decía que el primer líder, vestido como un pez, llegó a la costa desde el mar. Era el que le daría la civilización a la Humanidad, y su nombre, pasado al griego, era Oannes.
Encajando muchos detalles, ambos sacerdotes hicieron entrega de relatos de dioses del cielo que habían venido a la Tierra, de un tiempo en que sólo los dioses reinaban en la Tierra y del catastrófico Diluvio. En los trozos y en los fragmentos conservados (en otros escritos contemporáneos) de los tres volúmenes, Beroso daba cuenta específicamente de la existencia de escritos anteriores a la Gran Inundación -tablillas de piedra que se ocultaron para salvaguardarlas en una antigua ciudad llamada Sippar, una de las ciudades originales que fundaran los antiguos dioses.
Aunque Sippar fue arrollada y arrasada por el Diluvio, al igual que el resto de las ciudades antediluvianas de los dioses, apareció una referencia a los escritos antediluvianos en los anales del rey asirio Assurbanipal (668-633 a.C). Cuando, a mediados del siglo XIX los arqueólogos descubrieron la antigua capital asiría de Nínive (hasta entonces, conocida sólo por el Antiguo Testamento), hallaron en las ruinas del palacio de Assurbanipal una biblioteca con los restos de alrededor de 25.000 tablillas de arcilla inscritas. Coleccionista asiduo de «textos antiguos», Assurbanipal hacía alarde en sus anales:
- «El dios de los escribas me ha concedido el don del conocimiento de su arte; he sido iniciado en los secretos de la escritura; incluso puedo leer las intrincadas tablillas en sumerio; entiendo las palabras enigmáticas cinceladas en la piedra de los días anteriores a la Inundación».
Sabemos ahora que la civilización sumeria floreció en lo que es ahora Iraq casi un milenio antes de los inicios de la época faraónica en Egipto, y que ambas serían seguidas posteriormente por la civilización del Valle del Indo, en el subcontinente indio. También sabemos ahora que los sumerios fueron los primeros en plasmar por escrito los anales y los relatos de dioses y hombres, de los cuales todos los demás pueblos, incluidos los hebreos, obtuvieron los relatos de la Creación, de Adán y Eva, Caín y Abel, el Diluvio y la Torre de Babel; y de las guerras y los amores de los dioses, como se reflejaron en los escritos y los recuerdos de los griegos, los hititas, los cananeos, los persas y los indoeuropeos. Como atestiguan todos estos antiguos escritos, sus fuentes fueron aún más antiguas; algunas descubiertas, muchas pérdidas.
El volumen de estos primitivos escritos es asombroso; no miles, sino decenas de miles de tablillas de arcilla se han descubierto en las ruinas del Oriente Próximo de la antigüedad. Muchas tratan o registran aspectos de la vida cotidiana, como acuerdos comerciales o salarios de los trabajadores, o registros matrimoniales. Otros, descubiertos principalmente en las bibliotecas palaciegas, conforman los Anales Reales; otros más, descubiertos en las ruinas de las bibliotecas de los templos o en las escuelas de escribas, conforman un grupo de textos canónicos, de literatura sagrada, que se escribieron en lengua sumeria y se tradujeron después al acadio (la primera lengua semita) y, más tarde, a otras lenguas de la antigüedad. E, incluso, en estos escritos primitivos, que se remontan a casi seis mil años, encontramos referencias a «libros» (textos inscritos en tablillas de piedra) perdidos.
Entre los hallazgos increíbles (pues decir «afortunados» no transmitiría plenamente la idea de milagro) realizados en las ruinas de las ciudades de la antigüedad y en sus bibliotecas, se encuentran unos prismas de arcilla donde aparece información de los diez soberanos antediluvianos y de sus 432.000 años de reinado, una información a la que ya aludía Beroso. Conocidas como las Listas de los Reyes Sumerios (y exhibidas en el Museo Ashmolean de Oxford, Inglaterra), sus distintas versiones no dejan lugar a duda de que los compiladores sumerios tuvieron acceso a cierto material común o canónico de textos primitivos. Junto con otros textos, igualmente antiquísimos, descubiertos en diversos estados de conservación, estos textos sugieren rotundamente que el cronista original de la Llegada, así como de los acontecimientos que la precedieron y la siguieron, había sido uno de aquellos líderes, un participante clave, un testigo presencial.
Ese testigo presencial de los acontecimientos y participante clave en ellos era el líder que había amerizado con el primer grupo de astronautas. En aquel momento, su nombre-epíteto era E.A., «Aquel Cuyo Hogar Es Agua», y sufrió la amarga decepción de que el mando de la Misión Tierra se le diera a su hermanastro y rival EN.LIL («Señor del Mandato»), una humillación que no quedaría suficientemente mitigada con la concesión del título de EN.KI, «Señor de la Tierra».
Relegado de las ciudades de los dioses y de su espaciopuerto en el E.DIN («Edén») para supervisar la extracción de oro en el AB.ZU (África sudoriental), Ea/Enki fue, además de un gran científico, el que descubrió a los homínidos que habitaban aquellas zonas. Y, de este modo, cuando se amotinaron y dijeron «¡Ya basta!» los Anunnaki que trabajaban en las minas, fue él quien pensó que la mano de obra que necesitaban se podía conseguir adelantándose a la evolución por medio de la ingeniería genética; y así apareció el Adan (literalmente, «El de la Tierra», el Terrestre). Como híbrido que era, el Adán no podía procrear; pero los acontecimientos de los que se hace eco el relato bíblico de Adán y Eva en el Jardín del Edén dan cuenta de la segunda manipulación genética de Enki, que añadió los genes cromosómicos extras necesarios para la procreación.
Y cuando la Humanidad, al proliferar, resultó no adecuarse a lo que tenían previsto los dioses, fue él, Enki, el que desobedeció el plan de su hermano Enlil de dejar que la Humanidad pereciera en el Diluvio, unos acontecimientos en los que el héroe humano recibió el nombre de Noé en la Biblia, y Ziusudra en el texto sumerio original, más antiguo.
Ea/Enki era el primogénito de Anu, soberano de Nibiru, y como tal estaba versado en el pasado de su planeta (Nibiru) y de sus habitantes. Científico competente, Enki legó los aspectos más importantes de los avanzados conocimientos de los Anunnaki a sus dos hijos, Marduk y Nin-gishzidda (que, como dioses egipcios, eran conocidos allí como Ra y Thot respectivamente). Pero también jugó un papel fundamental al compartir con la Humanidad ciertos aspectos de tan avanzados conocimientos, enseñándoles a individuos seleccionados los «secretos de los dioses».
En al menos dos ocasiones, estos iniciados plasmaron por escrito (tal como se les indicó que hicieran) aquellas enseñanzas divinas como legado de la Humanidad. Uno de ellos, llamado Adapa, y probablemente hijo de Enki con una hembra humana, es conocido por haber escrito un libro titulado Escritos referentes al Tiempo -uno de los libros perdidos más antiguos. El otro, llamado Enmeduranki, fue con toda probabilidad el prototipo del Henoc bíblico, aquel que fue elevado al cielo después de confiar a sus hijos el libro de los secretos divinos, y del cual posiblemente haya sobrevivido una versión en el extrabíblico Libro de Henoch.
A pesar de ser el primogénito de Anu, Enki no estaba destinado a ser el sucesor de su padre en el trono de Nibiru. Unas complejas normas sucesorias, reflejo de la convulsa historia de los nibiruanos, le daba ese privilegio al hermanastro de Enki, Enlil. En un esfuerzo por resolver este agrio conflicto, Enki y Enlil terminaron en una misión en un planeta extraño -la Tierra-, cuyo oro necesitaban para crear un escudo que preservara la cada vez más tenue atmósfera de Nibiru. Fue en este marco, complicado aún más con la presencia en la Tierra de su hermanastra Ninharsag (la oficial médico jefe de los Anunnaki), donde Enki decidió desafiar los planes de Enlil de hacer que la Humanidad pereciera en el Diluvio.
El conflicto siguió adelante entre ambos hermanastros, e incluso entre sus nietos; y el hecho de que todos ellos, y especialmente los nacidos en la Tierra, se enfrentaran a la pérdida de longevidad que el amplio período orbital de Nibiru les proporcionaba incrementó aún más las angustias personales y agudizó las ambiciones. Y todo esto culminó en el último siglo del tercer milenio a.C, cuando Marduk, primogénito de Enki con su esposa oficial, proclamó que él, y no el primogénito de Enlil, Ninurta, debía heredar la Tierra. El amargo conflicto, que supuso el desarrollo de una serie de guerras, llevó al final a la utilización de armas nucleares; aunque no intencionado, el resultado de todo ello fue el hundimiento de la civilización sumeria.
La iniciación de individuos escogidos en los «secretos de los dioses» marcó los inicios del Sacerdocio, los linajes de mediadores entre los dioses y el pueblo, los transmisores de la Palabra Divina a los mortales terrestres. Los oráculos (interpretaciones de los pronunciamientos divinos) se mezclaron con la observación de los cielos en busca de augurios. Y a medida que la Humanidad se vio arrastrada a tomar parte en los conflictos de los dioses, la Profecía comenzó a jugar su papel. De hecho, la palabra para designar a estos portavoces de los dioses que proclamaban lo que iba a pasar, Nabih, era el epíteto del hijo primogénito de Marduk, Nabu, que en nombre de su padre, exiliado, intentó convencer a la Humanidad de que los signos celestes indicaban la inminente supremacía de Marduk.
Este estado de cosas llevó a la necesidad de diferenciar entre Suerte y Destino. Las promulgaciones de Enlil, y a veces incluso de Anu, que siempre habían sido incuestionables, se veían sujetas ahora al examen de la diferencia entre NAM (el Destino, como las órbitas planetarias, cuyo curso está determinado y no se puede cambiar) y NAM.TAR, literalmente, el destino que puede ser torcido, roto, cambiado (que era la Suerte o el Hado). Revisando y rememorando la secuencia de los acontecimientos, y el paralelismo aparente entre lo que había sucedido en Nibiru y lo que había ocurrido en la Tierra, Enki y Enlil comenzaron a ponderar filosóficamente lo que, ciertamente, estaba destinado y no se podía evitar, y el hado que venía como consecuencia de decisiones acertadas o equivocadas y del libre albedrío. Éstas no se podían predecir, mientras que las primeras se podían anticipar (especialmente, si eran cíclicas, como las órbitas planetarias; si lo que fue volvería a ser, si lo Primero también sería lo Último).
Las consecuencias climáticas de la desolación nuclear agudizaron el examen de conciencia entre los líderes de los Anunnaki y llevaron a la necesidad de explicar a las devastadas masas humanas por qué había ocurrido aquello. ¿Había sido cosa del destino, o había sido el resultado de un error de los Anunnaki? ¿Había algún responsable, alguien que tuviera que rendir cuentas?
En las reuniones de los Anunnaki en las vísperas de la calamidad, fue Enki el único que se opuso a la utilización de las armas prohibidas. De ahí la importancia que tuvo para Enki explicar a los supervivientes qué había sucedido en la saga de los extraterrestres que, a pesar de sus buenas intenciones, habían terminado siendo tan destructores. ¿Y quién, sino Ea/Enki, que había sido el primero en llegar y presenciarlo todo, era el más cualificado para relatar el Pasado, con el fin de poder adivinar el Futuro? Y la mejor forma de relatarlo todo era en un informe, escrito en primera persona por el mismo Enki.
Es cierto que hizo una autobiografía, por lo que se deduce de un largo texto (pues se extiende al menos en doce tablillas) descubierto en la biblioteca de Nippur, donde se cita a Enki diciendo:
- Cuando llegué a la Tierra, había mucho inundado. Cuando llegué a sus verdes praderas, montículos y cerros se levantaron a mis órdenes. En un lugar puro construí mi hogar, un nombre adecuado le di.
Fue Cristo quien dijo que se conoce un árbol por sus frutos. Usted sabe si una persona o entidad, no importa si terrestre, extraterrestre, humano, extranjero, divino, o cualquier cosa es buena o mala por sus acciones. Yahweh es culpable de terrorismo interplanetario.
Permítanos comenzar con el holocausto nuclear de 2024 A.C. Es un hecho histórico incuestionable. No tiene que tomar mi palabra: mire la fotografía satelital de la gran cicatriz negra en la faz de la Tierra, vaya a la península del Sinai y mire las piedras teñidas de negro por el calor, vaya al Mar Muerto (Dead Sea) con un radiómetro y tome lecturas de radioactividad, lea los textos de los antiguos lamentos Sumerios que describen la muerte en el aire proveniente de la nube radiactiva, o eche una mirada precisa al estudio independiente del tiempo mostrando un abrupto y consistente cambio de clima con una precipitación radiactiva nuclear precisamente en el año 2024 A.C.
¿Qué tiene que ver esto con Yahweh? Bien, mucho, porque todo este asunto está bien documentado en el libro del Génesis y acreditado a él. Es la historia de Sodoma y Gomorra, los precursores a Hiroshima y Nagasaki. Los textos Sumerios no dejan duda alguna que los ICBMs (los proyectiles balísticos intercontinentales) dejaron caer ojivas nucleares en Sodoma y Gomorra, lanzadas desde África y pertenecientes a los Anunnaki. Pero simplemente porque los proyectiles fueron hechos por los Anunnaki no significa nada y permanece la pregunta sobre quién empujó el botón.
La Biblia dice que fue Yahweh que destruyó Sodoma y Gomorra, así es que si usted va a aceptar la Biblia como verdad literal, tiene que aceptar esto también:
Yahweh ha admitido básicamente haber causado el holocausto nuclear.
(Yo teorizo que él hizo esto infiltrando el Centro de Comando de Misión de los Anunnaki y generando el trágico comando en la computadora, pero en cualquiera caso, éstos son sólo detalles que no cambian la esencia de la materia.)
Ahora, por todas las leyes internacional e interplanetarias, el uso de armas nucleares contra civiles inocentes es un grave crimen de guerra. En la Biblia, Yahweh dice que Sodoma y Gomorra merecieron ser destruidas porque sus habitantes eran malos, pero hay evidencia de lo contrario. El épico Erra Sumerio lista 5 ciudades (junto con el puerto espacial en el Sinai) que fueron destruidas. Sodoma y Gomorra eran sólo dos de ellas, y mientras corroboramos la Biblia (cuya la veracidad acepto en este y muchos otros casos) entra en más detalle acerca de lo que realmente estaba sucediendo.
Como resulta, dos facciones Anunnakis estaban disputando el mando del puerto espacial, y, según se alega, una facción lo destruyó para que no cayera en las manos de la otra. ¿Pero qué hay sobre las 5 ciudades, de las cuales ninguna estaba ubicadas en la zona restringida del puerto espacial?
Las fuentes Sumerias indican que los residentes de las 5 ciudades destruidas, incluyendo Sodoma y Gomorra, eran completamente inocentes de cualquiera de los crímenes que se le atribuyen en la Biblia. Según las fuentes Sumerias, su única culpa era que estaban albergando a una persona llamada Nabu, hijo del líder Anunnaki, Marduk a quien la otra facción quiso asesinar sin importarles matar a civiles inocentes como "daño colateral aceptable." Y así, las 5 ciudades fueron destruidas.
Pero si esto fuera tan simple. Una lectura cuidadosa del Génesis revela que un hombre nombrado Abram (esto fue antes de que él se renombrara Abraham), actuando bajo las órdenes de Yahweh jugó un papel fundamental en estos eventos, y ciertamente que sin él, el asunto habría acabado de una forma distinta, y es muy probable que en ese caso, la tragedia no hubiera sucedido.
Este hecho hace indispensable examinar la naturaleza de las acciones de Abram, estrechamente bajo las órdenes de Yahweh y la naturaleza de las órdenes mismas, para determinar los motivos de Yahweh en estas acciones, y para concluir si sus acciones en este caso eran buenas o malas para la humanidad; y si las consecuencias desastrosas de ellas eran o no las intenciones deliberadas de Yahweh.
La Biblia relaciona los eventos en cuestión en la Guerra de los Reyes que comienza en el Capítulo 14 del Génesis, precedido en los dos capítulos anteriores por la historia de Abram/Abraham. La primera orden cuestionable se la dio Yahweh a Abram en 2048 A.C., 24 años antes del día funesto:
Y Yahweh dijo a Abram:
"Vete de tu tierra y fuera de tu lugar de nacimiento y de la casa de tu padre hacia la tierra que yo te mostraré" --(Génesis 12:1, cita del hebreo original por Sitchin en Las Guerras de Dioses y los Hombres)
2. Y haré de ti una gran nación grande, y te bendeciré y haré grande tu nombre, y serás bendición.
3. Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren, maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. --continuando con la Nueva Traducción Mundial
La lectura apropiada de verso 4 del Capítulo 12 del hebreo original se da de nuevo por Sitchin:
Y Abram partió como Yahweh le dijo, y Lot se fue con él.
Y Abram tenía setenta y cinco años cuando dejó Harán.
Abram claramente no estaba siendo enviado a una vacación de placer, estaban obviamente enviándole en una misión para la cual le prometieron un gran premio. ¿Pero de que se trataba esta misión? Podemos determinar esto remontándonos donde fue Abram, lo que hizo en su misión, y de qué se trataba el premio subsiguiente.
Después de una breve escala en Shechem y de una conversación con su jefe, Yawheh, (¿radio portátil? ¿Telepatía?) Abram fue al Monte Moriah, el sitio de la futura Jerusalén. Aquí es donde comienza la extraña negociación. Esto fue 400 años antes de que se construyera allí primer asentamiento humano. Si el sitio estaba en medio de la nada, sin agua para beber y 400 años antes del primer asentamiento humano, que podría haber allí de interés para que Abram lo visitara?
Sólo una cosa: el Centro de Control de la Misión Anunnaki, el eje central de la Misión Tierra. Todas las computadoras centrales vigilando la misión estaban ubicadas allí, y de allí emanaban todos los comandos. La orden para lanzar los misiles sólo podría haber sido dada desde allí.
Estoy seguro usted podrá imaginarse que instalaciones de esta naturaleza tienen una gran seguridad. Dudo mucho que turistas casuales sean permitidos en el cuarto de guerra de la Casa Blanca, o en la base secreta desde donde se controlan las armas estratégicas norteamericanas en caso de una guerra termonuclear global. El Centro de Control de la Misión Anunnaki era definitivamente no menos restringido. Esto nos lleva a la pregunta de que hacía allí Abram y con la bendición de quien.
Ahora usted probablemente dirá "por supuesto que con la bendición de Dios!" Bien, sí, él estaba actuando, de hecho, bajo las órdenes y con la bendición de Yahweh. El problema es que las instalaciones no pertenecían a Yahweh sino que a los Anunnaki. Si yo buscara la entrada a una base estratégica militar estadounidense durante la Guerra Fría diciendo que tengo el permiso expreso del Presidente de Rusia, dudo mucho que sería bienvenido. La misma historia sería con Yahweh y Los Anunnaki.
Y todavía la Biblia aclara que Abram estaba siguiendo las órdenes de Yahweh. No creo en la posibilidad que la Biblia está equivocada y que Abram realmente estuviera sirviendo a algún líder Anunnaki, ya que no existe ninguna evidencia acerca de esto. No hay un solo registro Sumerio que demuestre que Abram estuviese al servicio de sirve a algún líder Anunnaki, y ni siquiera está claro quien sería este líder. Así es que, a menos que alguien presente una evidencia creíble de lo contrario, sostengo que debemos asumir que la Biblia dice la verdad y que Abram fue, de hecho, enviado por Yahweh.
Cómo hizo, entonces, Abram para colarse dentro del lugar más restringido en la Tierra, el propio centro de la Misión Tierra? Teniendo un poco de conocimiento de espionaje internacional e infiltración gubernamental, puedo atestiguar que hay una sola posibilidad creíble: un espía interior infiltrado. ¡De hecho, este espía podría estar nombrado en la Biblia!
Desearía poder leer el hebreo original por mí mismo y ver la evidencia desnuda de primera mano (algún día encontraré una forma de hacer esto), pero por ahora tenemos que repasar las traducciones tal como están en la edición Nuevo Mundo. Leyendo el último, veo en el libro de Génesis 12:8 y 13:3 junto con Jehovah (su traducción de Yahweh) referencias a un tal A'i. ¿Qué o quien es? Puede muy bien ser el espía del que estoy hablando.
Los espías infiltrados operan calladamente, y de hecho, según la Biblia, nada importante sucedió durante la escala de Abram en el Monte Moriah (Génesis 12:8). La explicación más lógica es la natural: Abram y su espía intercambiaron calladamente reportes e instrucciones de cómo proceder más allá sin ser pillado, y Abram salió furtivamente para seguir para el sur, a Egipto.
¿Cuál fue el trabajo de Abram en Egipto? Éste es el tema en el Génesis 13:10-20. Usted puede leer los versos por usted mismo, pero allí, básicamente no hay mucha información excepto que el Faraón envió respaldo a Abram dándole sus tropas y probablemente también dinero y equipo. ¿Por qué tal gesto caritativo? ¿Quién era este tipo Abram para que el Faraón egipcio gastara sus recursos gubernamentales en él?
La Biblia calla sobre este asunto, pero confrontando la cronología reunida por Sitchin en Las Guerras de Dioses y Hombres encontramos una pista. Como resulta, en ese año (2047 A.C.) hubo tumultos en Egipto y los Faraones que gobernaban el Bajo Egipto (el Egipto norte) no estaban sirviendo a los dioses egipcios tradicionales (es decir, Los Anunnaki, de mezcla Siria) sino que a alguien más. No estoy seguro si ese alguien era el misterioso Aten u otra entidad, pero es muy posible que fuese algo Yahweista.
Aquí es dónde uno comienza a preguntar, cual es el punto? ¿Por qué todo esto? La respuesta tiene que ver con la siguiente Guerra de los Reyes. Sitchin ha comparado los archivos Bíblicos de eventos sumerios y Cananitas como la Guerra de los Reyes con los archivos originales de los sumerios y Cananitas, y finalmente identificó a todos los reyes involucrados en esa guerra. ¡Como resulta, la Guerra de los Reyes no era nada menos que un esfuerzo de los ejércitos humanos de asir el mando del puerto espacial Anunnaki!
Alguna explicación está en el orden. Obviamente la idea de ejércitos primitivos, a caballo o montando camellos, armado con las arcos, flechas y lanzas intentando tomar un puerto espacial es risible. Esto solo puede tener sentido si tuvieran el apoyo de algún Anunnaki poderoso, es decir, eran numerosos soldados ("carne de cañón") para esto último. Y de hecho, el esfuerzo humano para tomar el puerto espacial se confirmó que provenía de una disputa sobre el control de las instalaciones entre dos facciones Anunnaki.
Había dos clanes Anunnaki principales: Los Enlilitas y los Enkiitas, guiados por dos medio hermanos y políticos Enki y Enlil. Los Enkiitas tenían alguna mezcla Siria (Sirio está aproximadamente a 8 años luz y es la estrella más luminosa en el cielo, vista desde la Tierra). Ellos fueron los más grandes bienhechores de la humanidad. Ésta no es una cuestión de creencia sino que un hecho histórico: cuando Cristo dijo que se conoce un árbol por su fruto, y sé que Enki y sus descendientes fueron tan buenos, es debido a las buenas acciones que hicieron y qué se han quedado grabadas en la historia.
Como lo evidencian los antiguos archivos sumerios y lo corrobora la moderna antropología, los descubrimientos del genoma humano, fue Enki quien genéticamente diseñó a Adán y Eva, aunque la versión revisada de Génesis apuntada por Moisés lo haya relegado a una serpiente (el nahash, traducido como "la serpiente", del famoso Jardín de Edén, era Enki).
Pero él no solamente nos creó (ese hecho por si solo no hubiese tenido que ser glorificado, ya que todo el tiempo se crean animales de trabajo para su explotación), él hizo la segunda operación para hacer a los humanos creados libres mentalmente. (De esto se trataba la fruta del conocimiento. Sin eso, fuéramos todavía abejas de colmena, pequeños autómatas de trabajo en las minas.)
Y sus descendientes fueron también eran generalmente muy buenos: Isis construyó la Ciudad de Luz y le dio su nombre (Par-Isis, o París), y Thoth le unió de nuevo su cabeza desunida y la revivió cuando su hijo la decapitó en un ataque de cólera. (Incluso, aparentemente sin cicatrices de cuello!) Ah, y Thoth fue el mismo Quetzalcoatl Mesoamericano.
Hubo otro hijo de Enki quien (como el propio Enki, realmente) se volvió víctima de mucha injusticia. Su nombre era MAR.DUK, y él también era conocido como RA. Durante milenios se han dicho muchas cosas malas sobre él, por otros dioses y por los hombres, pero el hecho que no hay una sola evidencia de algún mal hecho por él todavía.
El Dios Bíblico obviamente tenía un problema con Marduk porque fue Marduk quien intentó propulsar a la humanidad a la era espacial en 3500 A.C. con la construcción de una torre de lanzamiento de cohetes en Bab-Ili (Babel). El esfuerzo en Babel por alcanzar los cielos no fue simbólico o mitológico. No estaba basado en nociones primitivas de una esfera celestial finita que descansa en ballenas o elefantes o cualquier otra cosa. Fue un práctico intento de alcanzar los cielos usando cohetes.
¿Por qué la torre entonces? Bien, no era una torre muy alta, sólo una torre normal de lanzamiento de cohetes, como usted las encontrará en los puertos espaciales modernos. ¿Cómo es que los humanos pudieron diseñar estas cosas hace 5500 años?
Bien, obviamente ellos eran obreros aprendices dirigidos por un competente ingeniero. El ingeniero era Marduk. Pero el Enlilitas no estaban contentos con la idea de que la humanidad se aventurara en el espacio, y la instalación fue destruida. Pienso que fue injusto. Admiro a Yuri Gagarin, el hijo de Rusia que se volvió el primer hombre en el espacio el 12 de abril de 1961 de nuestra era, pero hubiese sido maravilloso si esto se hubiera hecho unos 5500 años antes. Y además, el Dios Bíblico estaba en contra Marduk. Mal Dios. Injusto.
Volviendo a Marduk, él constantemente era empujando a un lado y se le mantuvo fuera de los mandos, aunque todo para lo cual quiso el poder fue para hacer cosas buenas para las humanidad. Y así, durante uno de sus destierros, (casi lo matan una vez cuando lo enterraron vivo en la Gran Pirámide como usted leerá en Las Guerras de Dioses y Hombres) siguió preguntando "Hasta cuándo?" Y cuándo el gobierno Enlilita de Sumeria tuvo más problemas que lo acostumbrado, él decidió que era tiempo para él de actuar.
Poniendo en correlación la cronología Bíblica y la Sumeria, Sitchin ha concluido que Abram fue enviado fuera de Harán en su misión por Yahweh por el año 2048 A.C., el mismo año cuando el rey Shulgi Sumerio murió. Pero como resulta, cuando Abram vivía en Harán, antes de salir de allí, no era él la única figura importante viviendo allí. ¡El propio Dios Marduk también estaba viviendo en Harán, en su destierro! (Ésos eran los días cuando los dioses y los hombres vivían lado a lado en las mismas ciudades.) Y al parecer fue en 2048 A.C. cuando el rey Shulgi murió que Marduk decidió que ya era tiempo de postularse, por así decirlo, para presidente.
¿Así que, cual fue, entonces, el propósito de la misión de Abram? ¿No estaba relacionado con las actividades de Marduk y los otros Anunnaki? Y sin embargo, Abram fue dirigido por Yahweh en vez de ser dirigido por cualquiera de los Anunnaki. ¿Qué hacía Yawheh, entrometiéndose en los asuntos de los Anunnaki? Examinando los eventos históricos de la Guerra de los Reyes podemos ver que fue Abram y las tropas puestas bajo sus órdenes por el Faraón egipcio que impidieron a los reyes entrar en Sinai para tomarse el puerto espacial y regresárselo a Marduk y a su hijo Nabu.
Después de que Abram completó exitosamente su misión, fue rápidamente encomendado:
"Después de esos eventos, Yahweh habló a Abram en una visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sumamente grande." (Génesis 15:1)
Los versos inmediatamente precedentes del Capítulo 14 mencionan una conversación con el rey de Shalem (el Centro de Control de la Misión, la región restringida la cual siglos mas tarde se convirtiera en Jerusalén), podemos suponer que allí tuvo lugar la conversación con Yahweh en la que Abram fue reasegurado.
De hecho, Sitchin señala que este lugar era tan remoto del resto de la acción que Abram, ciertamente no hizo el largo viaje hacia allí si no hubiese tenido una cita en ese lugar. La cita era muy probablemente con Yahweh o con uno de sus espías. (Puesto que esto todavía fue antes del momento X en el que el mundo antiguo se convirtió en polvo radioactivo, ellos todavía tenían que operar clandestinamente.)
Pero el momento de la sentencia llegó. Si Abram no hubiera detenido a los ejércitos que intentaban tomar el puerto espacial, Marduk y Nabu probablemente lo habrían tomado, y el curso de la historia mundial habría sido completamente diferente. No importa cuánto he esforzado mi cerebro, no he podido visualizar cómo habría sido el mundo, pero quizás hubiera sido mejor
Pero la historia fue que luego del fracaso de la conquista, causado por Abram, los Anunnaki se reunieron en Asamblea y decidieron aniquilar el puerto espacial para que nadie pudiera tenerlo. Pero, cómo fue alcanzada esta decisión? ¿Por qué margen se tomó la resolución? ¿Hubo algún desacuerdo? Los dos más grandes disidentes eran Enki y Ninharsag, quienes también fueron nuestros creadores y yo diría que aquellos que más nos aman se preocupan más por nosotros. El texto Sumerio registra que Enki, vencido e incapaz de poder hacer algo, dejó el cuarto.
Se lanzaron siete ICBMs llevando las ojivas nucleares en su misión mortal. Una fue dirigida hacia el puerto espacial, y 5 fueron dirigidas hacia las ciudades entre que se pensaba que se estaba escondiendo Nabu. (aniquilando 5 ciudades abarrotadas de civiles inocentes en un esfuerzo por atrapar a un solo sospechoso supera a los halcones guerreros americanos y a los Nazis en atrocidad.) ¿Dónde fue enviado el séptimo proyectil?
Los textos antiguos no dicen esto claramente, y Sitchin tampoco lo menciona, pero la evidencia física habla por sí misma. Observando la fotografía satelital de la península de Sinai con su gran cicatriz negra (sobre todo si usted ve la foto a colores) era claro a mí que una de las áreas más fuertemente impactadas es la esquina sureste, donde está localizado el Monte Catherine.
Éste es el mismo HAR.SAG llamada así en honor a Ninharsag ("la Señora de la Montaña Alta"). Allí tenía ella la base médica, junto con un poco de equipo de guía para naves espaciales construido y mantenido por ella junto con Enki. Esa facilidad curativa mágica fue la última víctima del holocausto nuclear.
O no la última. La última víctima fue la propia gran civilización sumeria antigua. La explosión nuclear sobre el Sinai perturbó completamente todo el sistema del tiempo del Cercano Oriente y el Mediterráneo (tal descarga súbita e inmensa de energía es algo para lo que la Madre Tierra está completamente desprevenida), y se formaron grandes nubes y vientos. El problema era que la nube consistía ahora de polvo muy radiactivo, y los vientos estaban llevando hacia el este del Sinai directo hacia Sumeria. La civilización más grande del mundo se perdió.
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¿Y cuál fue el papel de Yahweh en esta tragedia?
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¿Qué hacía el entrometiéndose en los asuntos de los Anunnaki y enviando a Abram a que interviniera?
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¿Estaba él intentando apartar el desastre, o ayudó a causarlo?
Usted puede preguntar, si no fueron los Anunnaki quienes decidieron en su Asamblea lanzar las armas nucleares. Esto es lo que dice el Erra Epos. Pero entonces, todas las decisiones son tomadas basadas en las circunstancias. Simplemente, ¿cómo es que se pusieron tan mal las cosas que Los Anunnaki alcanzaron las armas nucleares? Esto es donde entra en obra la antigua regla criminalista investigadora delictiva: si un crimen se ha cometido y alguien ha salido beneficiado de el, inclúyalo en la lista de sospechosos.
El fiero colapso nuclear del orden mundial de los Anunnaki abrió las puertas para que Yahweh tomara el mando. Si él realmente causó las atrocidades directamente o no, Yahweh estaba allí para ganar mucho de ellos, y eso hizo. La ganancia era el poder. Es a estas alturas que uno debe re-leer las promesas hechas por Yahweh a Abram al enviarlo en su misión. Yahweh prometió hacer de Abram, renombrado Abraham, el padre de una multitud de naciones, la cabeza de un nuevo poder mundial.
Pero puesto que estas promesas fueron hechas antes del holocausto nuclear, Yahweh estaba dividiendo la piel de un oso que todavía no se había matado: para ponerlo bruscamente, él anticipó el resultado de la tragedia, el vacío político que causó, y planeó por adelantado sus movimientos. Así, mientras no tenga ninguna prueba sólida de que Yahweh realmente generó las órdenes de la computadora que lanzó los proyectiles, hay bastante evidencia de que él se guió por motivos muy cuestionables.
Pero de nuevo, nosotros conocemos al árbol por sus frutos. Sean cual sean los medios cuestionables por los cuales entró Yahweh al poder, una vez lo tuvo, de que manera lo usó? ¿Qué tipo de gobernante era? (Es como el actual ocupante de la Casa Blanca: él no fue elegido legítimamente, pero ya que está allí, veamos cómo gobierna el país.)
SHAR: Año o Período Orbital Nibiruano (tradicionalmente 3.600 años terrestres). Para esta Cronología, la cuenta de los Shars se inicia desde la llegada de Alalu a la Tierra (Shar Cero). A partir del Shar 120, la duración del Año Nibiruano se ha ido acortando a unos 3.200 años.
SOSUS: Período de 60 años. En la Biblia, y sobre todo en el Génesis, se han interpretado erradamente los Sosus, como años corrientes. Un Shar está compuesto por 60 Sosus.
AP: «Antes del Presente».
Hace 4.700 millones de años: Se forma el Sol.
Hace 4.650 millones de años: Se forman los Planetas Mercurio y Tiamat.
Hace 4.527 millones de años: Se forma Kingu, el mayor de los 11 satélites de Tiamat.
Hace 4.000 millones de años: El Sistema Solar consta de 8 Planetas: Mercurio, Venus, Marte, Tiamat, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Hace 3.900 millones de años: Nibiru, un Planeta Errante formado en otro Sistema Solar, es captado por el Sol. Al adentrarse en nuestro Sistema, arranca uno de los satélites de Saturno (que se convierte en Plutón, el Noveno Planeta), y toma posición como Décimo Planeta, en una alargada órbita de 3.600 años cuyo Perihelio (punto más cercano al Sol) coincide con la órbita de Tiamat.
En su primer Perihelio, Nibiru agrieta a Tiamat, y en el segundo, lo parte en dos. El Hemisferio Sur de Tiamat se destroza formando el Cinturón de Asteroides, mientras el Hemisferio Norte es expulsado, junto a Kingu, a una órbita más cercana al Sol, pasando a convertirse en las actuales Tierra y Luna.
Hace 3.800 millones de años: Las Moléculas de la Vida dejadas por Nibiru en la Tierra, se activan, dando origen a los primeros microorganismos. Mientras tanto, en Nibiru, la Evolución hace mucho que ya ha comenzado.
* * * *
Hace 500.000 años: En Nibiru existe ya una civilización avanzada, a manos de seres humanos de aspecto nórdico, y extraordinariamente longevos. Sin embargo, para estas fechas, esta Humanidad se enfrenta a una lenta extinción al desgastarse la Atmósfera de su Planeta.
Shar -13 (490.000 AP): Los Consejeros Científicos de Nibiru sugieren dos alternativas:
a) Enviar naves al Cinturón de Asteroides para extraer Oro, molerlo hasta el polvo más fino, y suspenderlo en la Atmósfera.
b) Atacar los volcanes con proyectiles, para estimular sus erupciones, y de esta forma, sanar la brecha.
Shar -9 (476.000 AP): Transcurridos 4 Shars (unos 14.400 años terrestres), Lahma, el Octavo Rey Nibiruano, aún no ha tomado una decisión. El Príncipe Alalu lidera una revolución para derrocarlo y, una vez en el trono, ordena la inmediata puesta en marcha del Plan A, pero los Asteroides destruyen todas las naves. El Plan B también resulta un fracaso, al no producirse las erupciones volcánicas requeridas.
En la Tierra, sobreviene una Era Glacial.
Shar 0 (444.000 AP): Alalu, desafiado y derrotado en un torneo de lucha libre por el Príncipe Anu, pierde la Realeza a favor de éste, y huye a la Tierra. Descubre que ésta posee Oro que puede ser usado para proteger la Atmósfera de Nibiru.
Shar 1 (440.000 AP): Conducidos por Enki, el Hijo Primogénito de Anu, 50 «Héroes» Nibiruanos llegan a la Tierra, y fundan la Estación Eridu en el sur de Mesopotamia para extraer Oro de las aguas del Golfo Pérsico. Alalu es nombrado Comandante de la Estación.
Shar 3 (433.000 AP): Abgal lleva el Oro recolectado a Nibiru.
Shar 4 (429.000 AP): En Nibiru se elabora el Polvo de Oro, para diseminarlo a la Atmósfera.
Shar 6 (422.000 AP): El Polvo de Oro es dispersado en la Atmósfera Nibiruana con Rayos de Cristales. La Brecha Atmosférica sana.
Shar 7 (419.000 AP): Al siguiente Perihelio Nibiruano, los Rayos Solares perturban el Escudo Dorado, y la Brecha se reabre.
Shar 8 (415.000 AP): En el sureste de África, en lo que hoy es Zimbabwe, Enki detecta el Abzu («Lugar de Nacimiento del Oro»). Su hermanastro Enlil (Heredero Legal al Trono), se hace presente en la Tierra para verificar el hallazgo y asegurar el éxito de la Misión. Mientras tanto, las grandes placas de hielo comienzan a retroceder y el clima en la Tierra se suaviza.
Fines del Shar 8 (412.000 AP): Anu visita la Tierra y da el visto bueno para la construcción de una mina en el Abzu. Al echarlo a suerte, Enlil logra el mando de la Misión Terrestre, y Enki es relegado al Abzu.
Alalu se molesta por no ser considerado en la repartición y desafía a Anu. El asunto se resuelve con otra Lucha Libre, en la que Anu vuelve a ganar. No obstante, terminada la pelea, Alalu arranca los genitales de Anu con los dientes. En consecuencia, es exiliado a Marte.
Shar 9 (411.800 AP): A principios del Shar, Alalu fallece en la región de Sidonia, en Marte. En su honor, se esculpe en láser la montaña que le sirve de sepultura, dándole la forma de su rostro.
En la Tierra, se construye la Plataforma de Despegue de Baalbek, en el Líbano, para las nuevas Naves «Shem» interplanetarias.
Shar 10 (408.000 AP): Ninmah (Oficial Médico en Jefe, hija de Anu, hermanastra de Enki y Enlil), parte desde Nibiru a Marte y la Tierra, al mando de un equipo de enfermeras. En Marte, salva la vida a Anzu, nieto de Alalu, que se encontraba agonizando.
Shar 11 (404.000 AP): Entra en funcionamiento la Estación de Paso de Sidonia, en Marte, a cargo del Comandante Anzu. En la Tierra, el gran periodo interglacial se expande por todo el globo.
Enki establece rutas marítimas y organiza operaciones mineras de extracción de Oro. El metal en transportado en barco desde África a Mesopotamia; de ahí en Aeronaves «Mu» hasta Baalbek, donde es transferido a Astronaves «Shem» que lo llevan a Marte. Y, finalmente, desde ahí a Naves «Shem» que llegan periódicamente desde Nibiru.
Las Tablillas Sumerias llaman Anunnaki («Descendidos del Cielo a la Tierra») al personal de la Tierra, e Igigi («Observadores y Vigilantes») al de Marte.
Shars 12 al 24 (400.000 - 355.000 AP): Enlil viola y embaraza a Sud, una de las enfermeras de Ninmah, pero ambos terminan casándose: Nannar, el hijo de ambos, resulta ser el primer Anunnaki nacido en la Tierra.
Enki trata de engendrar un Heredero Real con Ninmah, pero sólo consigue dos hijas. Damkina, Esposa Oficial de Enki, llega a la Tierra con Marduk, el hijo de ambos. Ella le da a Enki otros 5 hijos varones: Nergal, Gibil, Ninagal, Ningishzidda-Toth, y Dumuzi.
Ninurta, el Primogénito de Enlil, llega a la Tierra. Luego, Enlil engendra a su tercer hijo: Ishkur.
Fines del Shar 24 (355.000 AP): Con el apoyo de los Vigilantes de Marte, Anzu intenta tomarse el poder robando los Paneles de Control en la Tierra. Se inicia la «Guerra de los Dioses Antiguos», en donde Anzu es finalmente derrotado por Ninurta. Pero Anzu ha engendrado un Heredero Real con Ninmah (Ullikummi), al que oculta entre los Vigilantes.
Principios del Shar 25 (354.000 AP): Anzu es ejecutado y sepultado junto a Alalu. Marduk, Primogénito de Enki, toma su lugar como Comandante de Marte.
Shar 28 (343.000 AP): Entra en funcionamiento el Centro Metalúrgico de Bad-Tibira, en Mesopotamia, para refinar el Oro.
Shars 29 a 39 (340.000 - 300.000 AP): Posiblemente durante el Shar 29 (340.000 AP), la mayoría de los antiguos «Vigilantes» de Marte retornan a Nibiru, y son reemplazados por un nuevo contingente, más joven y entusiasta.
Shar 40 (300.000 AP): Los Mineros del Abzu se amotinan. Enki, Ninmah y Toth, crean «Lulus» («Trabajadores Híbridos») mediante la manipulación genética del homínido hembra. Éstos sustituyen a los Anunnaki en los trabajos pesados y tareas manuales. Dado su habilidad para procrear, los Lulus comienzan a multiplicarse.
Shars 40 a 64 (300.000 - 210.000 AP): Los miembros de la Segunda Generación Anunnaki contraen matrimonios, y dan origen a la Tercera Generación. Nannar se casa con Ningal y engendra con ella a los gemelos Utu-Shamash e Inanna-Ishtar. Nergal se casa con Ereshkigal. Ishkur se casa con Shala Ninkashi, una de las hijas de Enki.
Shar 53 (250.000 AP): Los Lulus se propagan por los otros continentes.
Shar 65 (210.000 AP): Ullikummi desafía la autoridad, atacando la ciudad de Kummiya dentro de un Robot Gigante. Finalmente, es derribado y muerto por Ishkur.
Shar 68 (200.000 AP): La vida en la Tierra se retrae durante una nueva Era Glacial.
Shar 80 (156.200 AP): Nibiru arrastra consigo rocas del Cinturón de Asteroides, precipitando una Lluvia de Meteoritos sobre Marte, la Tierra y la Luna. El Cometa «Dragón de Fuego» impacta contra la Luna. Enki y Marduk permanecen durante 12 años terrestres en la Luna para hacer estudios científicos y astronómicos.
Shar 82 (149.000 AP): Entra en funcionamiento el Puerto Espacial de Sippar, en Mesopotamia. Anu hace su segunda vista a la Tierra para verlo.
Shar 83 (145.000 AP): Ninurta va de cacería al Abzu, para llevarse por la fuerza a algunos Lulus al Edin («Casa de los Justos») en Mesopotamia. Durante 7 Shars (unos 25.000 años), hay prosperidad en la Tierra.
Shar 90 (120.000 AP): Debido a la proliferación de Lulus en el Edin, la prosperidad disminuye.
Shar 93 (109.000 AP): El clima vuelve a templarse, pero se agrava la escasez de pesca y caza en la Tierra. Ni Lulus ni Anunnaki quedan satisfechos.
Mediados del Shar 93 (107.600 AP): Pensando en una nueva raza humana, más inteligente, Enki engendra a los primeros híbridos: Adapa y Titi. Adapa es llevado a Nibiru y presentado ante Anu.
Mediados del Shar 94 (104.000 AP): Dumuzi trae a la Tierra cereales, así como ovejas, cabras y otros cuadrúpedos, además de muestras genéticas de estas especies. Se instruye a los Adapitas en la Agricultura y Ganadería. Kaín, hijo de Adapa y Titi, asesina a su hermano Abael. Como castigo, es exiliado a Norteamérica.
Shar 95 (102.000 AP): Adapa y Titi tienen a Sati (llamado Set en el Génesis).
Shar 97 (95.000 AP): Sati engendra a Enshi (Enós en el Génesis).
Shar 98 (91.000 AP): Enshi engendra a Kunín (Cainán), «El de los Hornos», quien trabaja en Bad-Tibira.
Shar 99 (87.000 AP): Kunín engendra a Malalu (Mahalaleel), «El Intérprete»: el primer músico de la Tierra.
Shar 100 (84.000 AP): Malalu engendra a Irid (Jared), «El de las Aguas Dulces».
Finales del Shar 102 (73.400 AP): Irid engendra a Enkime (Enoc o Enoch), «Aquel que tiene el entendimiento de Enki»: el primer superdotado de la Tierra.
69.500 AP: Durante el Shar 103, a la edad de 65 Tiempos (unos 3.900 años terrestres), Enkime engendra a Matushal (Matusalén). Tras esto, «camina con Dios», siendo llevado por Marduk a la Luna, Marte y Nibiru.
58.300 AP: Durante el Shar 106, a sus 187 Tiempos (11.220 años) de edad, Matushal engendra a Lu-Mach (Lamec), «Hombre Poderoso».
Finales del Shar 108 (51.800 AP): Adapa muere a los 930 Tiempos (unos 55.800 años) de edad.
Shar 109 (51.800 AP): Se observa un aumento en las Erupciones Solares, y alteraciones gravitacionales en la Tierra y Marte. En el extremo sur de Sudáfrica se instala un puesto de observación, a cargo de Nergal (hijo de Enki), y de su esposa Ereshkigal.
Ninurta es asignado al Perú para establecer un Centro de Control de Misión a los pies de los Andes.
Ante el enojo de Enlil, Marduk y 200 Vigilantes de Marte toman esposas entre las hijas de los hombres. Marduk escoge a Sarpanit, hija de Enkime. Como obsequio de bodas, reciben las tierras del Norte de África (¿Con el Archipiélago de las Poseidonis?).
Bajo la dirección de Ninurta, Kaín construye en México la Ciudad de Enoch (llamada milenios más tarde Tenochtitlán: la actual Ciudad de México). Mientras construye la ciudad, una piedra le cae en la cabeza, matándolo.
51.500 AP: A sus 365 Tiempos (unos 21.900 años) Enkime es traído de Nibiru a Marte para culpabilizar a los Vigilantes en nombre de Enlil. Luego de esto, se despide de sus familiares en la Tierra, para ser llevado de forma definitiva a Nibiru.
Shar 110 (48.200 AP): Enki engendra a Ziusudra (Noé), en una aventura con la esposa de Lu-Mach. Comienza la «Maldición de la Tierra»: durante 3 Shars (unos 10.800 años), el hambre y las enfermedades azotan la Tierra.
Finales del Shar 112 (37.500 AP): La Raza de Adamu (Hombre de Neandertal), termina desapareciendo durante las migraciones hacia el Norte. Sólo sobrevive la Raza de Adapa (Homo Sapiens) establecida cerca de las costas del Oriente Próximo.
Shar 115 (30.000 AP): Surgen extraños estruendos bajo los hielos de la Antártida, los cuales son estudiados durante 4 Shars (unos 14.200 años), en el Puesto de Observación de Sudáfrica.
Postrados por el hambre, los terrestres caen en un canibalismo desenfrenado.
Shar 116 (26.000 AP): Molesto por los decretos de Enlil, que impiden ayudar a los terrestres, Enki llama a éstos a la desobediencia total hacia los Dioses, y establece un plan de contrabando clandestino de provisiones.
19.400 AP: Durante el Shar 118, Poseidón (¿Enki?), funda la Civilización Atlante en el Archipiélago de las Poseidonis, y gobierna sobre ella, y sobre la tierra de Egipto. En Egipto, Enki será conocido como Ptah.
18.200 AP: A la edad de 500 Tiempos (30.000 años), Noé engendra a Shem, Kam y Yafet.
Shar 119 (15.800 AP): Los científicos nibiruanos dan la voz de alarma: el siguiente paso de Nibiru por la Tierra provocará un inmenso maremoto.
Fines del Shar 119 (13.000 AP): Enlil obliga a los Anunnaki a jurar mantener en secreto el inminente desastre y dejar perecer a la Humanidad. Pese a ello, Enki, siguiendo el mandato de Galzu (un Ultraterrestre que se le aparece en sueños), ordena a Ziusudra-Noé que construya un navío sumergible.
SHAR 120 (10.178 - 6970 AEC)
AEC: «Antes del Presente»
10.178 AEC: El Diluvio arrasa la Tierra, dando súbitamente fin a la Glaciación. Comienza con un gigantesco tsunami que cubre casi toda la tierra, seguido de 40 días de lluvia ininterrumpida. Los Nibiruanos presencian la destrucción total desde una Nave Orbital.
Tras la catástrofe, Enlil acepta conceder a los supervivientes de la Humanidad herramientas y semillas. Nace la agricultura en las tierras altas. Enki domestica animales.
c. 10.100 AEC: Los hijos de Ziusudra (Shem, Kam y Yafet) reciben 3 regiones para sus descendientes. Ninurta construye represas en las montañas y drena los ríos para hacer habitable la Mesopotamia. Enki reclama el Valle del Nilo. La Península del Sinaí es retenida por los Anunnaki para un Puerto Espacial, cuyo Centro de Control, a cargo de Ninmah, es establecido sobre el Monte Horeb.
c. 10.000 AEC: Se construyen las Pirámides de Gizeh, con una Esfinge, para indicar a las futuras generaciones el quién, cuando y por qué. Un satélite es situado a 4.300 Kms sobre la Gran Pirámide para cartografiar la Tierra (de las copias del mapa resultante, saldrá el futuro y famoso «Mapa de Piri Reis»).
c. 9070 AEC: El gobierno de Egipto y África es entregado a Marduk-Ra.
c. 8200 AEC: Se construyen Instalaciones Espaciales en los Montes Horeb y Moriah (futura Jerusalén). Jericó y otras ciudades son establecidas como puestos fronterizos a la entrada de ellas.
c. 8070 AEC: El gobierno de Egipto y África es entregado a Osiris.
c. 7640 AEC: Seth asesina a Osiris, y asume el gobierno único sobre el Valle del Nilo. Isis, esposa de Osiris extrae semen de su difunto esposo, para inseminarse artificialmente y engendrar un vengador, al que llama Horus.
c. 7280 AEC: Horus venga a su padre Osiris, iniciando la Primera Guerra de las Pirámides. Seth escapa al Asia, y toma la Península del Sinaí y Canaán.
c. 7000 AEC: Ishtar y Dumuzi, el hijo menor de Enki, planean casarse. Ishtar ambiciona para él, el reinado sobre Egipto, e inquieto por esto, Marduk conspira contra Dumuzi. En su huída, Dumuzi muere accidentalmente, resbalando sobre unas rocas y cayendo a un río, donde se ahoga.
c. 7000-6970 AEC: Por instigación de Ishtar, el Clan de Enlil inicia la Segunda Guerra de las Pirámides. El victorioso Ninurta, vacía la Gran Pirámide y se lleva sus Cristales de Poder, mientras Marduk-Ra es encerrado vivo dentro. Liberado luego mediante un túnel de emergencia, marcha al exilio a Norteamérica.
SHAR 121 (c. 6970 - 3761 AEC)
c. 6970 AEC: El gobierno de Egipto se transfiere a la Dinastía de Toth y se construye Heliópolis para sustituir a la Gran Pirámide.
6200 AEC: Comienza la Civilización Urbana en Sumeria, cuando los Anunnaki restablecen allí las Ciudades Antiguas, comenzando por Eridu y Nippur.
c. 4000 AEC: Establecimiento de Tiahuanaco como centro para la producción de Bronce. Los primeros usos de Chavín de Huantar y Teotihuacán para el procesamiento de minerales también podrían remontarse a esta Era.
SHAR 122 (3761 - 556 AEC)
Primera Mitad del Shar
3760 AEC: Anu hace su tercera visita a la Tierra para asistir a una serie de demostraciones. Se construye una nueva ciudad, Uruk (Erech), en su honor. Él hace de su Templo, la morada de su querida nieta Ishtar. Anu también perdona a Marduk, y lo absuelve de su pena de exilio.
Se inicia un nuevo Linaje de Reyes-Sacerdotes de Raza Híbrida. Kish es la primera capital, bajo la protección de Ninurta. Enlil entrega el calendario en Nippur.
3450 AEC: La supremacía de Sumeria es transferida a Nannar-Sin. Inanna le roba a Enki los 94 MEs para levantar una Civilización.
Marduk encarga a Nimrod la construcción de una Nave Espacial con su Plataforma de Despegue (la Torre de Babel). La estructura es destruida por Enlil, y se decide crear culturas e idiomas diferentes entre sí, que impidan a la Humanidad entenderse entre sí y unirse.
Al frustrarse sus intenciones golpistas, Ra-Marduk regresa a Egipto y lucha contra Thoth, iniciando un período de 350 años de caos en Egipto, durante el cual se suceden los 10 Reyes de This, que intentan mantener la gobernabilidad.
3114 AEC: Depuesto en Egipto, Thoth se dirige a México a iniciar una Civilización. Como hijo de Enki, lleva la Serpiente como símbolo (Enlil y sus descendientes llevan la Cruz, emblema de Nibiru y la Casa de Anu), y es conocido allá como la «Serpiente Alada» (Kukulcán, Quetzalcóatl...).
Se inicia en México la cuenta del Calendario Tzolkin, mucho más exacto que el Calendario Sumerio de Enlil.
3100 AEC: Egipto y Creta (la Segunda Región) reciben la Civilización. De esta forma, se inicia la Dinastía de Menes, el primer Faraón de la Historia Oficial de Egipto.
2900 AEC: El Valle del Indo (la Tercera Región) recibe la Civilización, bajo el dominio de Ishtar. Enki crea el lenguaje Indoeuropeo. Ishkur-Viracocha, el hijo menor de Enlil, construye un Reloj Estelar en Machu Picchu: inicio del Calendario Andino.
2760 AEC: La realeza en Sumeria es transferida a Ur, la ciudad de Nannar y Ningal. Inanna establece un Gigunu («Casa de Placer Nocturno»).
2730 AEC: En Egipto, el arquitecto Imhotep diseña Zoser, la primera Pirámide terrestre, en un vano intento por emular las Pirámides de los Dioses en Gizeh.
2650 AEC: La capital de Sumeria se mueve de un lado a otro. La autoridad real se deteriora. Enlil pierde la paciencia con las indisciplinadas multitudes humanas.
2500 AEC: Toth construye la Avenida y el Círculo de Sarsen en Stonehenge (y otras estructuras de piedra alrededor del mundo) para Marduk, a fin de que sea utilizado como Reloj Estelar. El Observatorio mide el ritmo de las Eras Zodiacales utilizando un Calendario Lunar.
2371 AEC: Ishtar se enamora de Sargón el Grande, y ambos fundan el Imperio Akadio con capital en Ágade (Akkad).
2316 AEC: Marduk vuelve a Babilonia, y su conflicto con Ishtar vuelve a aflorar. Nergal, hermano de Marduk, viaja desde Sudáfrica, y persuade a éste a marcharse.
2291 AEC: Naram-Sin asciende al Trono de Akkad. Dirigido por la belicosa Ishtar, penetra la Península del Sinaí e invade Egipto.
2260-55 AEC: Ishtar usurpa el poder en Mesopotamia. Naram-Sin profana Nippur. Los Grandes Anunnaki destruyen Ágade. Ishtar escapa. Tropas extranjeras leales a Enlil y Ninurta ocupan Sumeria y Akkad.
2240 AEC: Al iniciarse la Era de Aries, Galzu se aparece en sueños a Enlil para advertirle de la Gran Calamidad que está por ocurrir. Insta a Enlil a elegir a un terrestre para la salvación de la Humanidad.
2220 AEC: La Civilización Sumeria alcanza un nivel más alto bajo los Soberanos Ilustres de Lagash. Thoth ayuda al Rey Gudea a construir un Templo-Ziggurat para Ninurta.
c. 2200 AEC: Tiahuanaco es clausurado. Se produce el incidente de Nazca.
2181 AEC: Marduk-Ra sale de Egipto para convertirse en Amón, «El Oculto». Egipto se divide: partidarios de Marduk-Ra se quedan en el sur. Los Faraones opositores obtienen el trono del Bajo Egipto.
2114 AEC: Enlil confía las Tierras de Sem a Nannar. Ur es declarada capital del Nuevo Imperio. Un Sacerdote de Nippur (Terah, el padre de Abraham) llega a Ur para vincularse con su Corte Real.
2097 AEC: Terah se traslada a Harán.
2081 AEC: Príncipes Thebanos leales a Marduk-Ra avanzan hacia el norte, bajo Mentuhotep I. Nabu, hijo de Marduk, gana adherentes para su padre en Asia Occidental.
2073 AEC: Marduk llama a los Anunnaki a someterse ante su poder.
2056 AEC: Por orden de Nannar, Shulgi, Rey de Ur, envía tropas Elamitas para reprimir la agitación en las ciudades cananeas. Los Elamitas llegan hasta la entrada de la Península del Sinaí y su Puerto Espacial.
2049 AEC: Shulgi muere. Marduk se dirige a la Tierra de los Hititas. Ibruum o Ab-Ram (Abraham) recibe la orden de ir hasta Canaán meridional con un cuerpo de caballería de élite.
2048 AEC: Amar-Sin (el Amrafel bíblico) se convierte en Rey de Ur. Abraham va a Egipto, permanece 5 años, y luego regresa con más tropas.
2042 AEC: Guiado por Ishtar, Amar-Sin forma una coalición de Reyes del Oriente, y envía una campaña militar a Canaán y el Sinaí. Su líder es el Elamita Khedor-Laomer. Abraham bloquea el avance a la entrada del Puerto Espacial.
2025 AEC: Marduk marcha hacia Sumeria, y se proclama Rey en Babilonia. La lucha se extiende hasta la Mesopotamia central. El «Santo de los Santos» de Nippur es profanado.
Cuando Nabu arenga a sus seguidores cananeos a capturar el Puerto Espacial del Sinaí, los Grandes Anunnaki aprueban el uso de Armas Nucleares.
Ninurta y Nergal se encargan de la tarea, desde sus Aeronaves: Ninurta arroja dos Bombas Nucleares sobre las Instalaciones Espaciales, y Nergal arroja las otras 5 sobre Sodoma, Gomorra, Adama, Zeboim y Zoar, las ciudades descarriadas.
Los vientos arrastran la nube radiactiva hasta Sumeria. Los Anunnaki huyen de las ciudades, pero Nannar y Bau (esposa de Ninurta), deciden quedarse, siendo alcanzados por la Radiación. Ambos enferman, y Bau no sobrevive por mucho tiempo.
Mientras tanto, la gente sufre una muerte terrible: los animales perecen, el agua se envenena, la tierra se vuelve estéril. Sumeria y su gran civilización quedan postradas. En cambio, Babilonia queda a salvo de la ruta del «Viento Maligno».
2024 AEC: Las migraciones humanas esparcen la tecnología por todo el Planeta. El legado sumerio pasa a la semilla de Abraham cuando concibe (a los 100 años) un heredero legítimo: Isaac.
2018 AEC: Endubsar, Escriba Maestro de Eridú es llevado al Retiro de Enki en la Isla Elefantina (Egipto), donde permanece por 40 días, mientras recibe por dictado el Libro de Enki.
SHAR 122 (3761 - 556 AEC)
Segunda Mitad del Shar
c. 1960: Marduk ordena construir en Babilonia el Esagil, una nueva Torre de Babel, un nuevo Ziggurat cuya cabeza apunta directamente hacia Hamal, la estrella más brillante de la Constelación de Aries.
1955 AEC: Pasados 70 años del Holocausto Nuclear, las cosechas vuelven a crecer, y se reconstruyen las ciudades en Mesopotamia.
1953 AEC: Es reconstruido el Templo de Nippur, exactamente 72 años después del Holocausto Nuclear.
c. 1900 AEC: Por orden del Dios Ashur (Enlil), Ilushuma, el Primer Rey de Asiria conduce una expedición militar para «liberar a Ur y Nippur», y logra arrebatarlas por un tiempo del puño de Marduk.
En el centro norte de Anatolia (hoy Turquía), los hititas, bajo el patrocinio del Dios Teshub (Ishkur), se convierten en un poder militar de importancia, y se unen a la cadena de Estados-Naciones opuestas a Marduk.
c. 1792 AEC: Marduk instala al semidiós Hammurabi como primer Rey de una nueva Dinastía en Babilonia. Los Anunnaki dispersos comienzan a establecer sus nuevos dominios alrededor de Mesopotamia.
c. 1780 AEC: En lo alto de una montaña, Hammurabi recibe de Marduk las leyes del famoso Código de Hammurabi.
c. 1760 AEC: «Mediante el imponente poder de Marduk», Hammurabi ataca, saquea y destruye la Ciudad-Estado de Mari, al Noroeste de Babilonia.
c. 1750 AEC: Bajo los auspicios de Teshub (Ishkur), florece el Reino Hitita.
c. 1660 AEC: El misterioso Pueblo Kassita aparece en Babilonia, y reemplaza la Dinastía de Hammurabi, por una Dinastía Kassita.
1595 AEC: El Ejército Hitita rompe inesperadamente las defensas de Babilonia, penetra en el Esagil y se lleva cautivo a Marduk hasta la ciudad de Hana (aún no excavada arqueológicamente). Esto marca el fin de la Primera Dinastía de Babilonia, y tanto ahí como en Egipto se inicia un período caótico. Tal como ocurrió en Harán, el humillante exilio de Marduk dura 24 años.
1571 AEC: Los Reyes Kassitas toman el control de Babilonia, restauran el Esagil, y llevan a Marduk de vuelta a su ciudad.
1570 AEC: Tras un período caótico en Egipto, el Faraón Amosis I, unifica el territorio y funda la Dinastía XVIII, dando inicio al Nuevo Imperio. Es la Dinastía de Faraones que «no conoció a José» (Éxodo 1:8).
c. 1550 AEC: Según el Mahabharata, libro sagrado de la India, por estas fechas, algunos de los Dioses comienzan a encarnar como humanos terrestres, en castigo por sus malas acciones pasadas.
1525 AEC: Los nombres de los Faraones eliminan el sufijo Ra o Amón, a favor de Toth. El cambio, que comienza con Thotmes I (o Tutmosis I), marca también el inicio de la opresión de los israelitas. Temiendo su deslealtad y su gran número, Tutmosis I ordena la matanza de los varones israelitas recién nacidos (Éxodo 1:9-16).
1514 AEC: Nace Moisés en Gossén (Egipto). Hijo de esclavos israelitas, su madre lo deposita en una cesta de papiro sobre el Nilo, para salvarlo de la matanza ordenada por Tutmosis I. Es rescatado de las aguas por la Princesa Real Hatshepsut, la hija del Faraón.
1512 AEC: Al segundo año del nacimiento de Moisés, muere Tutmosis I. Le sucede Tutmosis II, esposo y hermanastro de Hatsepsut, a quien no puede darle un hijo. Razón por la cual Moisés sigue recibiendo el trato de un hijo adoptado.
1504 AEC: Tras un corto reinado, muere Tutmosis II. Le sucede su hijo Tutmosis III, hijo de una de las chicas del harem, y yerno de Hatshepsut.
1503 AEC: Hatshepsut arrebata el poder a Tutmosis III, convirtiéndose en gobernante por derecho propio, y dejando al joven Faraón sólo un papel nominal. Moisés tiene 11 años.
1492 AEC: En los Himalaya, Arjuna, hijo mestizo de Indra (Ishkur) se encuentra con su padre. Éste le facilita Armas de Destrucción Masiva para vencer en su pleito con los Kurus, que, con engaños, habían quitado todo el Reino a su Tribu, los Pandavas. Tras recibir las Armas, se hace discípulo de Krishna.
1486 AEC: En el norte de la India, se desata la Guerra del Mahabharata. Arjuna trae la victoria a los Pandavas, gracias a las Armas de Indra y la instrucción espiritual de Krishna. La Tribu de los Kurus es exterminada.
1483 AEC: Hatshepsut muere, y Tutmosis III ordena desfigurar sus monumentos. Luego, con la aprobación de Marduk-Ra, se embarca en una serie de conquistas sin par en la historia egipcia. Sus ejércitos invaden Siria y aniquilan las fuerzas sirias en la llanura de Jezreel. Los sirios se refugian en la ciudad de Meggido.
1483-1474 AEC: Ya adulto, y enterado de sus orígenes hebreos, Moisés mata a un egipcio en defensa de un esclavo hebreo. Huyendo de la sentencia de muerte de Tutmosis III, se dirige al desierto del Sinaí. En el exilio, se casa y vive del pastoreo.
1470 AEC: Con la aprobación de Marduk-Ra, Tutmosis III derrota a una coalición de Reyes cananeos en el Valle de Meggido.
1450 AEC: En el Valle del Indo, los Vrishnis (la Tribu de Krishna) estallan en guerra civil y hacen uso de las Armas Nucleares de Indra: Harappa, Mohenjo-Daro y otras ciudades son destruidas. Toda la raza de los Vrishnis y los Andhakas, resulta aniquilada por el fuego nuclear.
Ishtar destruye los Palacios Minoicos de Ninmah en la isla de Creta. Las migraciones humanas causan grandes trastornos a escala mundial. Los isleños de Rapa Nui son rescatados. En Egipto, muere Tutmosis III, sucediéndole Amenofis II.
1434 AEC: Un astro desconocido se acerca a la Tierra. Yahwoh-Ishkur ordena a Moisés volver a Egipto. Egipto es azotado sucesivamente por 10 Plagas. Los israelitas son conducidos al Monte Horeb por Ishkur, que aterriza en su Kabod para establecer un Pacto con ellos, como Pueblo Elegido.
1394 AEC: Tras 40 años de travesía por el desierto bajo la dirección de Moisés, sufriendo terremotos, plagas, incendios, sequías y guerras con los pueblos nativos de Palestina, los hebreos llegan al fin a Canaán. Moisés divisa la Tierra Prometida, desde la cima del Monte Nebo (en la actual Jordania), y muere.
1391 AEC: En una nueva aproximación a la Tierra, el astro hace que ésta detenga su movimiento de rotación por 20 horas. En Canaán, los israelitas derrotan a una coalición de Reyes Amorreos en el Valle de Ayalón, en un momento en que Jehovah «arrojó grandes piedras desde el cielo sobre ellos. [...] Y el Sol se detuvo, y la Luna se paró, hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos». Mientras que, en América, «no hubo amanecer durante 20 horas».
1350 AEC: Las hazañas de los israelitas en Canaán llegan a oírse hasta en Egipto, donde un nuevo Faraón, Amenofis IV, se cambia el nombre por el de Akhenatón, siendo Atón la representación del Dios Uno.
1334 AEC: Tutankhamón, hijo de Akhenatón, sucede a éste en el poder, y restablece el antiguo panteón de Dioses egipcios.
1296 AEC: El ejército egipcio, siempre arremetiendo contra la región de Harán, sufre una derrota decisiva frente a los hititas en la Batalla de Kadesh (Líbano), y emprende la retirada. Respondiendo a los ruegos de Ramsés II, Marduk-Ra desciende al campo de batalla y salva al Faraón, que se había quedado sólo frente a 2.500 carros hititas. Bajo la influencia del dios, los hititas se debilitan y bajan los brazos, mientras Ramsés II rompe entre las tropas enemigas, matando a diestra y siniestra, para escapar.
1194 AEC: Los Dioses instigan la Guerra de Troya, entre los Aqueos griegos y los Troyanos. La declaran los griegos, para obligar a los troyanos a devolver a la hermosa Helena a su esposo legítimo. Mil barcos son lanzados contra Troya, en una contienda en la que hombres, dioses y semidioses luchan hombro con hombro.
1184 AEC: Cuando Aqueos y Troyanos acuerdan posponer las hostilidades con el fin de que sus líderes puedan decidir la cuestión en un combate singular mano a mano, los dioses, disgustados, envían a Minerva con la misión de prolongar el conflicto. Para que la terrible guerra no se detenga por la noche, Minerva convierte la noche en día, iluminando el campo de batalla.
Siglo 12 AEC: Mientras Babilonia se mete con los países del sur y del este, los asirios extienden sus dominios hacia el norte y el oeste, por mandato de los dioses Ninurta e Ishkur-Adad. Por orden de Ishkur, el Rey Tiglat-Pileser II, va hasta el Líbano y corta vigas de cedro para sus Templos. Tiglat-Pileser asume el título de «Rey del Mundo, Rey de las 4 Regiones de la Tierra», desafiando directamente a Babilonia.
954 AEC: Se comienza a construir el Templo de Yahwoh en Jerusalén, mismo que será terminado 7 años más tarde (946 AEC).
854 AEC: Con las armas de Assur y Nergal, el Rey asirio Salmanazar III, marcha contra Acad, entrando en Kutha, Babilonia y Borsippa, continuando río abajo hasta Caldea. En una guerra con Adini, el enemigo huye al ver «el aterrador Fulgor de Assur». Salmanazar III llega a representar al rey israelita Jehú postrado ante él, en una escena dominada por el Disco Alado, símbolo de Nibiru.
840 AEC: El Profeta hebreo Elías es arrebatado por un «Carro de Fuego» delante de un testigo presencial: su discípulo Eliseo.
722 AEC: El Rey asirio Salmanasar V marcha contra el Reino del Norte (Israel), captura su capital, Samaria («Pequeño Sumer»), y exilia a su rey y a sus nobles.
720 AEC: El siguiente Rey asirio, Sargón II, exilia al resto del pueblo, dando nacimiento al enigma de las 10 Tribus Perdidas de Israel y terminando con la existencia independiente de aquel estado.
704 AEC: El trabajo de extender los territorios y la «orden» del dios Assur de tomar la Casa de Yahwoh recae sobre Senaquerib, el hijo de Sargón II y su sucesor.
701 AEC: Con proyectiles y «El Fulgor de Assur», Senaquerib arrasa 7 ciudades de Fenicia y Filistea. En Judea, destruye 46 fortalezas y ciudades amuralladas, toma como esclavos más de 200.000 personas, y obliga a Ezequías a pagar un fuerte tributo.
690 AEC: Senaquerib lanza otra expedición contra Judá, pero, antes de que pueda atacar, el «Ángel de Yahwoh» mata a 185.000 asirios en su campamento.
689 AEC: Cuando Marduk se enfurece con su Rey y con su pueblo, decretando que «70 años será la medida de su desolación», Babilonia es finalmente saqueada por Senaquerib, quien asume el ansiado título de «Rey de Sumer y Acad».
681 AEC: Senaquerib es asesinado por dos de sus hijos, cumpliendo la profecía de Ezequías. El «Oráculo» (un radiotransmisor) que los dioses Utu-Shamash e Ishkur-Adad dieran a Senaquerib, designa a otro de los hijos de éste (el más joven), como heredero del trono: Asaradón, quien presta solemne juramento en presencia de los dioses Assur, Nannar-Sin, Shamash, Nebo y Marduk.
678 AEC: Por mandato de los Dioses, Asaradón va a la guerra. Cuando las fuerzas de sus hermanos salen de Nínive para repeler su ataque a la capital, «Ishtar, la Dama de la Batalla [...] rompió los arcos de ellos, y dispersó su orden de batalla». Entonces, Ishtar se dirige a las tropas dispersas en nombre de Asaradón, y éstas lo reconocen como Rey.
675 AEC: Tras tres años de guerra, Asaradón ocupa Egipto, cumpliendo la profecía de Isaías.
c. 618 AEC: En la antigua Persia el Profeta Zoroastro recibe en el Monte Sabalan las leyes del dios Ahura-Mazda (Assur).
614 AEC: Yahwoh-Ishkur, disgustado con la soberbia del Rey de Asiria, permite que los babilonios rebeldes del sur se reúnan a los invasores del norte y del este para hacer caer a Assur, la capital religiosa, cumpliendo la profecía bíblica.
612 AEC: Nínive, la capital política de Asiria, es tomada por Nabopolasar, que rompe las represas del río para inundar la ciudad, exactamente como había predicho el profeta Nahum.
610 AEC: Nannar-Sin «se enfureció con la ciudad y con su pueblo», en Harán, y se eleva a los cielos. Los Umman-Manda (hordas escitas, proto-medas, o una combinación de ambas) toman Harán, donde se refugian los restos del ejército asirio, y consiguen el control de la vital encrucijada.
605 AEC: Aprovechando la desintegración del Imperio Asirio, el Faraón Nekó, marcha (como Tutmosis III había intentado antes del Éxodo) para alcanzar y capturar Naharin, en el Alto Éufrates. Pero una fuerza combinada de babilonios y de Umman-Manda lo derrotan en la Batalla de Karkemish, cerca de Harán. Sucede tal como lo profetizara Jeremías.
598-97 AEC: Yahwoh-Ishkur se enfurece con Jerusalén y su pueblo, y los abandona. Por orden de Nabu y Marduk, Nabucodonosor II marcha a Jerusalén y depone al Rey Joaquín (proegipcio), sustituyéndolo por su tío Sedequías. Miles de nobles, sacerdotes y otros líderes de Judea, entre ellos el Profeta Daniel, son capturados y llevados al exilio.
592 AEC: Ezequiel presencia el Kabod de Yahwoh-Ishkur (un módulo espacial de despegue vertical) a orillas del río Jabur, en Harán. Ishkur comunica a Ezequiel que Jerusalén será atacada de nuevo, y esta vez será totalmente destruida, con Templo y todo.
587 AEC: Nabucodonosor II, desconfiando de Sedequías (el Rey que él mismo había puesto en el trono de Judea), asedia de nuevo Jerusalén.
586 AEC: Tras un asedio de 16 meses, Jerusalén cae, siendo incendiada y dejada en ruinas por Nabuzaradán, capitán de la guardia de Nabucodonosor II. El Templo de Yahwoh es saqueado, y los judíos son deportados a Babilonia, dando cumplimiento a la profecía de Ezequiel. Yahwoh-Ishkur promete a su pueblo que esta desolación durará sólo 70 años.
572 AEC: Ezequiel es llevado por Yahwoh-Ishkur a su Templo de Marand (Cachemira).
566 AEC: En las estribaciones inferiores del Himalaya, Maya, una mujer con votos de castidad, es preparada por los Dioses para concebir de modo artificial un precioso embrión que vendrá a ser el Buda.
562 AEC: Con la muerte de Nabucodonosor II, estallan rivalidades internas en el Imperio Babilónico.
c. 560 AEC: El Templo de Chavín de Huantar (Perú) es destruido, lo cual produce hostilidades entre terrestres y Anunnaki. Se inicia el Culto del Jaguar en las Américas.
SHAR 123 (556 AEC - c. 2650 EC)
556 AEC: Tras ser invocado y aplacado en su ira por la Sacerdotisa Adda-Gupi, Nannar-Sin regresa a Harán.
555 AEC: Nabunaid, hijo de Adda-Gupi, se convierte en Rey de un nuevo Sumer y Acad en circunstancias poco normales: no por la habitual elección del dios Marduk, sino como resultado del pacto entre su madre y Nannar-Sin.
552 AEC: Thoth-Quetzalcóatl abandona México y llega a Nepal.
549 AEC: Ciro II asciende al trono de Anshan (Persia). Marduk, que quería recuperar su posición como dios nacional de Babilonia, encuentra en él al soberano justo y dispuesto a ser dirigido, que buscaba.
539 AEC: Marduk ordena a Ciro II a marchar contra su propia ciudad, Babilonia, yendo él a su lado. Acompañado por el dios, Ciro II desvía el caudal del río Éufrates, y conquista la ciudad, donde termina siendo recibido como un libertador, sin derramamientos de sangre.
538 AEC: El 20 de Marzo, Ciro «sostuvo las manos de Bel Marduk» en el Esagil, recinto sagrado de Babilonia. El día de Año Nuevo (21 de Marzo), su hijo, Cambises, oficia la restaurada festividad en honor a Marduk.
Ese mismo año, Ciro II, «encargado para ello por Yahwoh, el Dios del Cielo», dicta un edicto que permite el regreso a Judea de los deportados judíos y la reconstrucción del Templo de Yahwoh.
529 AEC: Ciro II fallece y deja a sus sucesores un imperio que abarca en uno a prácticamente todos los primitivos imperios y reinos de la región. Todos bajo la soberanía de un Rey y un Dios Supremo, Ahura-Mazda (Assur). La única tierra que continúa siendo independiente con sus dioses independientes es Egipto.
525 AEC: Cambises II, hijo y sucesor de Ciro II, lleva a sus tropas a lo largo de la costa mediterránea de la Península del Sinaí y derrota a los egipcios en Pelusium. Pocos meses después entra en Menfis, la capital real de Egipto, y se proclamaba Faraón.
Aceptando el dominio de los dioses de Egipto, Cambises se postra ante sus estatuas. A cambio, los sacerdotes egipcios legitiman su poder con el título de «Descendiente de Ra».
El mundo antiguo se halla ahora unido bajo un único rey, elegido por el «gran dios de la verdad y la luz» y aceptado por los Dioses de Egipto. Al fin, ¡Paz en la Tierra!
516 AEC: Termina la reconstrucción del Templo de Yahwoh, bajo el liderazgo de Esdras y Nehemías: 70 años después de su destrucción, tal como lo había profetizado Jeremías. Sin embargo, no se puede incluir el Arca de la Alianza, ya que los Sacerdotes que la habían escondido han muerto, llevándose con ellos el secreto de su paradero.
c. 500 AEC: Los griegos van creciendo en riquezas, poder y ambición, y los conflictos vuelven a comenzar.
c. 357 AEC: Un Faraón egipcio al que los griegos llaman Nectanebo, seduce en secreto a Olimpia, Reina de Macedonia. El Faraón es en realidad Marduk-Ra, que va hasta ella, haciéndose pasar por Nectanebo. De esta unión nace Alejandro Magno (356 AEC).
336 AEC: A la muerte de Filipo II, esposo de Olimpia, y con 20 años de edad, Alejandro Magno es coronado como Rey de Macedonia.
332 AEC: Durante el asedio de la ciudad fenicia de Tiro por parte de los ejércitos de Alejandro, irrumpen 5 Naves Anunnaki con forma de «escudos volantes», en formación triangular. La Nave principal dispara un Rayo de Luz que abre un gran agujero por donde logran entrar las tropas de Alejandro.
331 AEC: Tras unas exitosas campañas militares contra los persas, Alejandro se encamina a Egipto, donde es recibido como un libertador. Luego se dirige al Gran Oasis de Siwa, sede del Gran Templo y Oráculo de Amón-Ra (Marduk), en el noreste de Egipto. Allí, el mismo dios, a través del «Oráculo», lo reconoce como su hijo y, así reafirmado, los Sacerdotes Egipcios lo deifican como Faraón.
329 AEC: Cuando Alejandro se encuentra cruzando el Río Jaxartes en la India, aparecen en el cielo dos «escudos brillantes plateados», que se introducen repetidas veces entre las columnas de soldados, provocando el pánico y desbande general de soldados, caballería y elefantes.
323 AEC: Pese a todos sus esfuerzos por alcanzar la inmortalidad, Alejandro muere en Babilonia, a los 33 años. Sus generales se reparten el imperio, dando origen a dos Dinastías, que se enfrentarán por el control de Palestina, convertida en tierra de paso y lugar de confrontación de sus ejércitos.
200 AEC: Los Anunnaki abandonan el Viejo Mundo, trasladándose a América